lunes, 5 de enero de 2009

La castración felina

Cada año miles de crías de gato no deseadas acaban en las protectoras de animales o se extravían, abandonadas por unos dueños que no castraron a sus gatos, y que se dan cuenta de que no pueden alimentar a la camada, sin ni siquiera molestarse en buscar un nuevo hogar para los gatitos. Por eso deberían castrarse para prevenir gestaciones y gatitos no deseados.

Para la gata, la castración implica el uso de la cirugía, bajo anestesia general, y la eliminación posterior de ovarios y el útero.

En el gato, conlleva la eliminación de testículos.

DURANTE LA CASTRACIÓN.

Tanto los machos como las hembras suelen ser castrados entre los 8 o 10 meses, o cuando sus genitales estan desarollados totalmente.
Es importante no castrar al gato cuando es demasiado pequeño, antes de que se haya desarollado sus sistema endocrino, ya que podría verse afectado por problemas hormonales.

EL PROCEDIMIENTO

Su veterinario le pedirá que no alimente a su gato ni le de agua 12 horas antes de la operación, ya que es necesario realizar una anestesia total.

Lo normal es que pueda llevarse a su gato a casa al final del día.

La eliminación de los ovarios y el del útero, en caso de las hembras, resulta una operación algo mas complicada.
Los gatos se recuperan con mucha rapidez, especialmente los machos.
Las hembras necesitan unas 24h de reposo.
En cualquier caso, asegúrese de que el gato esté tranquilo, tome su comida favorita y reciba suficiente cariño. La recuperación será rápida.
Además, como muchos veterinarios utilizan puntos que se disuelven, ni siquiera será necesaria una segunda intervención para retirarlos.

Los machos castrados puedes seguir marcando con orina aunque tienen un olor menos intenso.
La castración reduce el instinto agresivo y las peleas, pero mas afectivos y dóciles.

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